Androctonus australis

Androctonus australis

Androctonus australis, escorpión de cola gruesa o escorpión de cola gorda es uno de los escorpiones más peligrosos del planeta. Tiene el dudoso privilegio de ser el que más accidentes mortales causa.

El veneno de esta especie presenta una toxicidad equivalente a la que posee el veneno de una cobra, hasta el punto de ser capaz de matar a un perro en menos de diez minutos.

El área de distribución de Androctonus australis abarca el norte de África, en concreto, Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Sudán, Somalia, Chad, Mauritania y Egipto; aunque también se localiza en Asia, en Israel, Turquía, Yemen, Arabia Saudí, Pakistán e India.

Según algunos estudios, la toxicidad del veneno de este escorpión podría situarse dentro de la familia Buthidae a la que pertenece, en tercer lugar. Basándose en la dosis letal media, solamente estaría superado dentro de esa familia, que comprende varios cientos de especies, por Androctonus mauretanicus, de características muy similares a Androctonus australis, y por Leiuris quintaestriatus, el de mayor toxicidad (Mullen & Durden 2002. Medical and Veterinary Entomology, citado en Artrópodos en Medicina y Veterinaria, F.Fernández Rubio, L. Moreno Fernández-Caparrós y Óscar Soriano Hernando. 2ª Edición. Ministerio de Defensa).

Además de ser un escorpión extremadamente venenoso, sabe ocultarse y es rápido en sus ataques, por lo que su carácter imprevisible lo hace poco apto para tener en terrarios y colecciones de artrópodos, de los que podría accidentalmente escapar o picar a un manipulador inexperto. No olvidemos que la típica estampa de los aisaua o encantadores de serpientes marroquíes, que aparecen con un escorpión en su frente o en otras partes de su cuerpo, no tiene como protagonista a ninguna especie peligrosa. Para ello saben elegir perfectamente otras especies muy llamativas, pero con baja toxicidad como Pandinus imperator o Pandinus cavimanus, de gran tamaño, pero escaso peligro.

Androctonus australis tiene como hábitat zonas desérticas pedregosas, propias de altas mesetas y áreas montañosas, aunque también puede encontrarse en las crestas de las dunas. Se refugia entre piedras y grietas, por lo que no es raro que en sus lugares de origen lo haga en huecos de paredes o fisuras de muros, cercanos a las viviendas. Suelen evitar los terrenos húmedos.

Mide unos 10 cm, el color es variable, aunque predomina el amarillo, y destaca principalmente el grosor de su cola de color más oscuro, lo que le proporciona el nombre común de escorpión de cola gruesa o cola gorda. Al igual que otros escorpiones, son de hábitos nocturnos y cazan activamente insectos a los que capturan propinando una picadura con su pinza. El veneno no solamente mata a la presa, también licúa el tejido interno para permitir así que el escorpión pueda alimentarse.

La fase previa al apareamiento es larga y no es descartable que la hembra, algo mayor que el macho, acabe con la vida de éste. Las crías, más de 40, nacen unos meses más tarde, entre cuatro y seis meses después, y suben al cuerpo de su madre para buscar protección. Realizada la primera muda abandonan a la madre, ya que de no hacerlo también corren el riesgo de ser eliminadas por ésta.

Androctonus australis es la especie que más accidentes mortales causa, y aunque existen antídotos en los países donde se encuentra, estos no son del todo efectivos si no se administran en la primera hora después de la picadura. En cualquier caso, aún después del tratamiento con el antídoto y tras la curación, suelen quedar secuelas como fatiga crónica, dolores recurrentes de cabeza y pérdidas de sensibilidad en las extremidades. ÁNGEL S. CRESPO para GUADARRAMISTAS