Mientras las zonas de montaña siguen aún en el reposo invernal, en las áreas habitadas por los robles Quercus pyrenaica,  las encinas Quercus ilex, los quejigos Quercus faginea o los alcornoques Quercus suber, las temperaturas son algo más benignas y una incipiente actividad se puede empezar a observar.

Pardosa sp.

Pardosa sp.

Las dehesas boyales jalonadas por pequeños bosquetes de robles, fresnos Fraxinus angustifolia y enebros de la miera Juniperus oxycedri esconden los incipientes brotes del gamón Asphodelus albus, una planta que en pocas semanas será muy abundante y se convertirá en reclamo de numerosas especies de insectos. También empiezan a verse los primeros brotes de peonía. Ambas especies son frecuentes en la Sierra de Guadarrama, Paeonia officinalis y Paeonia broteroi –rosa alabardera-, así como el narciso que anuncia la primavera, todavía muy escaso Narcissus bulbocodium.

Narcissus bulbocodium.

Brote de gamón Asphodelus albus.

Brote de gamón Asphodelus albus.


Díptero. Fam. Muscoidea.

Díptero. Fam. Muscoidea.

La actividad de los insectos se limita a las arañas que entre las hierbas corretean persiguiendo a seres que no soy capaz de distinguir. Son arañas lobo, seguramente del género Pardosa. También algunas pequeñas moscas aprovechan el tibio sol y unos peludos himenópteros hacen lo mismo sobre un tronco.

Pinzones, mosquiteros, jilgueros, currucas, carboneros, mitos, urracas, grajillas, milanos y ratoneros destacan entre las aves.

La presencia del zorro, tan poco dado a dejarse sorprender, se hace evidente por esa costumbre suya de depositar sus excrementos en lo alto de las piedras. Muestras en el suelo de topos y topillos, y unas hozaduras que creo son de jabalí Sus scrofa completan el rastro de los mamíferos.

Imposible de momento sorprender a los anfibios, espero que pronto alguna salamandra deje verse mientras se asolea. ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO  para GUADARRAMISTAS

Incipiente peonía.

Incipiente peonía.