Issoria Lathonia

Issoria Lathonia

Oruga de E. aurinia

Oruga de E. aurinia

Los días soleados de esta época del año vienen a anunciar la primavera que justo por estas fechas se inicia. Aún así, el tiempo sigue siendo inestable y están por venir algunos días aún propios del invierno, sin descartar alguna nevada.

Tal vez por eso los cautos robles melojos Quercus pyrenaica parecen no haberse enterado de que ha llegado el momento de echar sus hojas, y con la sabiduría y prudencia de los más viejos el lugar esperan y observan como los más osados se desperezan al tibio sol.

A ras de suelo una plantita con flores diminutas que parecen de papel translúcido brilla y aportan un tono blanco entre el verde predominante. Son las nevadillas Paronychia argentea. Por doquier, unas plantas con curiosas hojas rematadas en un diminuto racimo de flores blancas se elevan sobre diferentes especies de Sedum. Son lo que comúnmente se denomina zurrón de pastor Capsella bursa-pastoris. Otras pequeñas flores de Geranium sp., junto a los Lamium amplexicaule y Lamium purpureum ponen el punto de color rosa a un suelo en el que destacan los blancos de los primeros Bellis perennis florecidos, a los que acompañan las flores del diente de león Taraxacum officinale.

Entre las mariposas, se une a las habituales invernantes la Issoria Lathonia y son frecuentes en la zona las orugas de Euphydryas aurinia, que no tardarán en aparecer en estado adulto, mas o menos para cuando los gamones Asphodelus albus estén en su esplendor. La actividad si que ha llegado a tope a las mariquitas  Coccinella septempunctata que se afanan en perpetuar la especie aprovechando el calor del sol.

Nevadilla

Nevadilla

Zurrón de pastor

Zurrón de pastor

Entre las aves, los mirlos Turdus merula ya entonan sus cantos de reclamo, además de por supuesto causar algún sobresalto al paseante con sus espantadas ruidosas de advertencia. Los carboneros Parus major, verdecillos Serinus serinus, mitos Aegithalus caudatus, pinzones Fringilla coelebs, chochines Troglodytes troglodytes, currucas cabecinegras Sylvia melanocephala y petirrojos Erithacus rubecula aportan la banda sonora de este paseo por la dehesa. ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO para  GUADARRAMISTAS