Inconfundible arbusto con tallos flexibles arqueados y provistos de espinas curvadas que a finales de verano produce las populares “moras”. Así lo conocemos todos, sin embargo es bastante complicado distinguir las diferentes especies de zarzas que podemos encontrar en la Sierra de Guadarrama. No todas son iguales, ni tampoco lo son sus frutos, algunos son más apreciados que otros por las gentes de los pueblos serranos.
Podemos hablar de cuatro especies frecuentes:
Rubus caesius, cuyos frutos “moras” son tempranos, entre julio y agosto, a diferencia del resto de especies cuyos frutos maduran hacia septiembre. Se la conoce como “mora temprana”, o “pajarera”. En Segovia se la denomina “santiagueña”. Sus frutos dicen que son muy dulces y gustosos.
Rubus lainzii. Las moras maduran en agosto y suelen ser de mayor tamaño que las del resto de las especies. Se la llama “mora garrafal” o “mora arroyera”. No es muy abundante.
Rubus ulmifolius. Es la más común, y probablemente el fruto que aparece en la fotografía sea de esta especie, ya que madura en septiembre. La llaman en Segovia “mora sanmigueleña” -San Miguel es el 29 de septiembre-.“Mora perrunera” o “morronera” se la denomina en otros lugares de la sierra.
Rubus castellarnaui a la que llaman “moscatel” sería la cuarta de las especies de Rubus más habituales. Las moras de esta especie son las más apreciadas.
No solamente se han utilizado para consumo los frutos, también los tallos y brotes nuevos de la zarza se han consumido crudos o en ensaladas. Y por si fuera poca la rentabilidad gastronómica en algunos lugares serranos como Pinilla del Valle o La Acebeda se recogía la llamada “miel de zarza” o “bulleros”, panalillos de miel que sobre la zarza construyen unas pequeñas abejas. ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO para GUADARRAMISTAS