Según un estudio del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales, los árboles de Europa del Sur son cada vez menos frondosos, es decir, desarrollan menos hojas. Perdiéndolas es como se adaptan a la falta de agua, a la menor pluviosidad de las últimas décadas.

Pero este fenómeno de adaptación  de los árboles a la menor cantidad de agua a su disposición tiene repercusiones importantes. Por ejemplo, a menor cantidad de hojas menor capacidad de los bosques para retener el CO2 que generan las sociedades occidentales, así como menor capacidad también para influir en la reducción de la temperatura ambiental en períodos veraniegos.

Por otro lado, los expertos también señalan la repercusión de esta defoliación sobre numerosas especies de hongos e insectos que dependen de las hojas de los árboles para su supervivencia. De seguir esta tendencia, los bosques del sur de Europa y de la cuenca mediterránea seguramente perderán muchas especies endémicas y protegidas en los próximos años. ISABEL PÉREZ para GUADARRAMISTAS