Los narcisos silvestres son los primeros en surgir a finales de invierno. Entre los más raros en la Sierra de Guadarrama se encuentra el Narcissus cantabricus que aparece en escaso número y en zonas aisladas, preferentemente de la rampa serrana. Algunas veces, N. Cantabricus aparece hibridado con otra especie de narciso, como en el caso de la foto, en que lo hace con N. Triandrus subsp. Pallidulu. Esta combinación recibe el nombre de Narcissus susannae. ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO para GUADARRAMISTAS