Avispón. Vespa crabro
Vespa crabro, avispón. El gran tamaño del avispón, casi 4 cm, y el sonoro zumbido de su vuelo impresionan a cualquiera. Sin embargo, no es tan fiero como parece o como lo pintan, aunque sin duda, no conviene molestarlo. Sobre la picadura de Vespa crabro se han dicho muchas cosas, la mayoría exageradas, como que un caballo puede morir con seis picaduras y cosas similares. La picadura del avispón, siempre defensiva, es similar a la de otras avispas o abejas. Nunca es prudente acercarse demasiado a sus nidos, que construyen en huecos de árboles, y que lógicamente defienden con decisión.
Los avispones son himenópteros, como las hormigas, y se estructuran en jerarquías de obreras y reina. Las reinas son las más grandes y se encargan de formar las colonias, las obreras se alimentan de néctar y cazan insectos para alimentar a las larvas. ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO para GUADARRAMISTAS. (SI TE HA GUSTADO ESTE ARTÍCULO, NO TE PUEDES PERDER NUESTRO LIBRO “QUE NO PISAR, NO COMER Y NO TOCAR EN LA NATURALEZA”, UNA GUÍA DE LAS ESPECIES DE ANIMALES, PLANTAS Y HONGOS POTENCIALMENTE PELIGROSOS DE LA PENÍNSULA IBÉRICA).
Interesante la foto del avispón molesto que a su vez es molestado por un insecto más pequeño. ¿Una diminuta mosca? Eso está bien que tome un poco de su propio jarabe.
Gracias por tu visita Ferran, y disculpa el retraso en contestarte. Por lo que veo, finalmente has podido dejar el comentario.
Buena observación, yo no me fijé hasta que no vi la foto en la pantalla del ordenador. Sí, parece que la cadena entre insectos es interminable, unos dependen de los otros, y seguramente ese pequeño insecto tendrá algún otro parásito encima. Recibe un cordial saludo.
Una foto espectacular. En cuanto a la Vespa crabro debo deciros, y en esto estamos de acuerdo, que es un insecto pacífico que raramente ataca a las personas, incluso aunque pasen relativamente cerca del nido. Yo tengo uno en el tejadillo del descansillo al final de una escalera exterior y ellas salen y entran ignorándonos. En algunas ocasiones pueden incluso pasar cerca.
Sin embargo, el día 26 de agosto se introdujo (al atardecer) una debajo del pantalón, y aunque quise quitármelo despacio para que no se sintiera presa, al final optó por clavarme el aguijón. Fue una leve molestia que al cabo de cinco minutos se tornó en un dolor constante. El dolor siguió durante varias horas, hasta aproximadamente las 18:00 horas (la picadura fue a las 10:00 h), entonces pasó a ser más una molestia de picazón. La zona se enrojeció y aumentó un poco el volumen alrededor de la picadura. La zona cercana se endureció y al tocarla siento algo de molestia. Ahora mismo todavía está algo enrojecida y sigo notando picazón. Bueno, esta es mi experiencia. Por supuesto que al quitarme el pantalón, la busqué y dejé que se fuera. Ella no tuvo culpa alguna.
Gracias por participar en nuestro blog, Miguel. Un saludo.