Jasminum fruticans o jazmín silvestre es un arbusto que no supera el metro y medio del altura. Es el único jazmín silvestre autóctono que existe en Europa. Todos los demás jazmines, incluido el conocido, perfumado y muy usado en jardinería, jazmín blanco, Jasminum officinale, son alóctonos, es decir, foráneos o provenientes de otros lugares del mundo, la mayoría de zonas tropicales de Asia.
El área de distribución de Jasminum fruticans abarca toda la región mediterránea desde la Península Ibérica a Turquía. En la Península está presente por toda la geografía, aunque se hace más raro cuanto más al norte.
Su hábitat lo forman los encinares, quejigares y bosques esclerófilos, en general, con presencia de pedregales y roquedos entre los que crece. Aporta cobijo a un importante número de mamíferos y aves, como conejos, liebres y perdices. No suele estar presente por encima de los 1.500 metros, ni en zonas extremadamente frías o en las que no haya cierto grado de humedad.
El jazmín silvestre o jazmín amarillo pertenece a la familia de las oleáceas como el olivo, el aligustre o el fresno.
En cuanto a sus usos y propiedades medicinales, no podemos decir que sean muy relevantes, si bien se le atribuyen cualidades calmantes y sedativas. ÁNGEL S. CRESPO para GUADARRAMISTAS