Lagarto ocelado

Lagarto ocelado

Lacerta lepida, lagarto o celado es un imponente reptil de hasta 75 cm de longitud, en el caso de los machos, y unos 60 cm en las hembras, que ha sido objeto de persecución durante años hasta diezmarse su población.

El mayor lagarto de Europa, Lacerta lepida o Timon lepidus, como también puede verse escrito su nombre científico, comúnmente lagarto ocelado,  se ha venido capturando indiscriminadamente. En unos casos las capturas se realizaban para consumo, ya que se apreciaba el sabor de su carne, y en otros, simplemente se le daba muerte por absurdas creencias y supersticiones. En cuanto a las supersticiones, ya sabemos que la ignorancia no tiene límite. Por lo que respecta a su sabor, los que lo han comido dicen que sabe a pollo, que es lo que todo el mundo comenta de forma recurrente cuando come alguna carne exótica, seguramente porque es un sabor algo simple y neutro. En cualquier caso, superadas las épocas de escasez y hambruna no tiene sentido matar a este hermoso animal que poco puede aportar a nuestra dieta, aunque hasta bien entrados los años 80 del pasado siglo, se consumía de forma habitual en muchas zonas de España.

Lacerta lepida, lagarto ocelado, habita zonas bien expuestas al sol con matorrales, piedras y oquedades donde ocultarse. Es habitante del monte mediterráneo, uno de los ecosistemas más habituales en la Península Ibérica, aunque  tampoco desdeña otro tipo de terrenos como los de montaña, de hecho en Sierra Nevada ocupa altitudes muy por encima de los 2.000 metros. Está presente en toda la Península con excepción de la costa cantábrica.

El lagarto ocelado puede verse desde el comienzo de la primavera hasta el mes de octubre, aunque en las regiones más frías empieza a dejar de ser visible a finales de agosto. Su alimentación se basa en insectos, principalmente coleópteros, aunque también come frutos, carroña y pequeños vertebrados.

Las hembras hacen una única puesta de entre 7 y 25 huevos a partir del mes de abril, después de un apareamiento algo violento en el que no faltan los mordiscos. Hacia el final del verano nacen las crías que tardan unos tres años en conseguir la madurez sexual; las hembras la alcanzan antes que los machos.

Lacerta lepida o Timon lepidus no es una animal peligroso, huye siempre que se ve en peligro,  pero si se le atrapa muerde con fuerza y no suelta fácilmente. Los ocelos o manchas circulares color azul turquesa le otorgan su nombre. Son los machos, especialmente en época de celo, los que presentan colores más brillantes y ocelos más marcados.

Lacerta lepida, lagarto ocelado debería ser incluido en la lista de especies protegidas. El desaprensivo uso de huevos envenenados y los atropellos por vehículos son hoy sus dos mayores amenazas. ÁNGEL S. CRESPO para GUADARRAMISTAS