Foeniculum vulgare, hinojo. Planta umbelífera con propiedades medicinales y de uso culinario, que ya cultivaron los antiguos egipcios.
El hábitat del hinojo se extiende por toda la cuenca mediterránea y llega hasta la India. Tiene preferencias por el terreno calizo y las proximidades de arroyos o cursos fluviales, aunque también es muy habitual en bordes de caminos y cunetas. Su nombre científico, Foeniculum vulgare, está relacionado con el heno. Foeniculum viene a significar “similar al heno”, dada la similitud de las hojas del hinojo con esta gramínea.
Para consumir el hinojo como verdura se usan los brotes tiernos con hojas, y para condimentar o aromatizar, principalmente los tallos. En muchos lugares es muy común aliñar las aceitunas con hinojo, para lo cual se emplean trozos de los tallos que se mezclan con los demás ingredientes, por lo general ajos, tomillo salsero, laurel y sal, aunque cada zona tiene su forma peculiar de preparación del fruto del olivo.
El hinojo es indispensable en algunos platos tradicionales como la “olla gitana” de Almería, un variedad de cocido con garbanzos, carne, tocino, espinazo, patatas y unos granos de arroz, donde no puede faltar esta planta. Y no solamente en Almería, en muchos puntos de la geografía española se emplea en repostería, en guisos y estofados, en la elaboración de licores, o incluso mezclado con la carne picada para elaborar embutidos.
Como planta medicinal es recomendado desde la antigüedad para combatir la aerofagia, así como para mitigar el mal aliento y la sed.
Foeniculum vulgare tiene propiedades aperitivas y diuréticas. Estimula la secreción láctea en las mujeres lactantes y se aplica en los ojos para curar conjuntivitis, blefaritis –orzuelos- e irritaciones oculares. Sin embargo, es preciso ser cuidadosos con el uso del hinojo en su presentación como aceite esencial, ya que en alta concentración puede resultar tóxico si las dosis son elevadas. En concreto, puede producir alucinaciones, espasmos y aumento de la temperatura corporal.
Ya solamente queda hacer alusión a los nombres geográficos o fitopónimos relacionados con esta planta. Muchas poblaciones tienen por nombre Hinojosa, Hinojal o Hinojar, incluso el nombre de la capital de la portuguesa Isla de Madeira, Funchal, significa en el idioma luso, hinojo.
Con todos estos antecedentes podemos decir que el hinojo, Foeniculum vulgare, es, sin duda, otra de las plantas ligadas a la cultura mediterránea. ÁNGEL S. CRESPO para GUADARRAMISTAS