Acer monspessulanum, arce de Montpellier
El Arce de Montpellier es un pequeño arbolillo, a veces de porte arbustivo, de no más de 10 metros de altura. En la Península Ibérica lo podemos encontrar principalmente en el centro y la mitad norte, con excepción de Galicia. Su abundancia en Montpellier –Francia-, motivó su nombre, atribuido por Linneo, naturalista sueco considerado fundador de la taxonomía moderna.
Acer monspessulanum aparece en los bosques de quejigos, encinas y robles en ambientes algo húmedos, aunque resiste las duras condiciones de sequedad del verano. Prefiere los suelos calizos pero también está presente en terrenos silíceos, en ambos casos hasta altitudes algo superiores a los 1000 metros. Es un árbol protegido por ley en la Comunidad de Andalucía.
La madera del Arce de Montpellier es muy apreciada, se emplea en la fabricación de instrumentos musicales y ebanistería artística. También se atribuye a su madera, en este caso por la dureza y resistencia, haber sido utilizada en la construcción del famoso Caballo de Troya, protagonista fundamental en la derrota de los troyanos, narrada en La Ilíada.
La floración del Arce de Montpellier se produce a principios de primavera. Los frutos denominados sámaras, consisten como en otras especies de arces, en una semilla provista de una terminación alada que les permite “volar” y desplazarse para su mejor propagación. ÁNGEL S. CRESPO para GUADARRAMISTAS