Crataegus monogyna, majuelo, espino albar
Crataegus monogyna, majuelo, espino albar. El majuelo Crataegus monogyna es un arbusto que por su porte podemos calificar como pequeño árbol, ya que llega a alcanzar los 10 metros de altura, aunque el tamaño medio está en torno a los 5 metros.
Pertenece a la familia de las rosáceas, como la mayoría de los frutales que habitualmente se han consumido en nuestro país –perales, manzanos, cerezos, melocotoneros, albaricoqueros o ciruelos-. Esa afinidad ha permitido que el majuelo se haya utilizado como patrón para injertos de muchas de estas especies frutales.
Las flores, que aparecen entre los meses de abril y junio, poseen un fuerte y característico aroma que atrae a innumerables especies de insectos, incluidas las abejas Apis mellifera.
Como planta medicinal, del majuelo se han descrito propiedades hipotensoras y ligeramente diuréticas. En algunas poblaciones de Extremadura se hace una infusión con flores y hojas que denominan tila de espino, y que sirve para “calmar los nervios”. Y es que también se le reconocen propiedades sedantes, calmantes de la tos e inductoras al sueño.
En el ámbito de los usos y la etnobotánica, con el nombre de espino y espinar existen innumerables advocaciones marianas a lo largo de la geografía peninsular –Nuestra Señora del Espino o Nuestra Señora del Espinar-.
Los frutos se han consumido más por hambre y por aprovechar un recurso ofrecido de forma gratuita por la naturaleza que por su sabor. Al respecto de sus cualidades organolépticas las opiniones son encontradas, hay quienes dicen que los frutos o “majoletas” son deliciosos y saben a manzana, y quienes consideran que son ásperas y saben mal. En cuestión de gustos no hay discusión, pero sí es cierto que poseen vitamina C.
En tiempos en los que no había muchos juguetes ni distracciones infantiles, los niños comían el fruto para extraer el hueso y poder lanzarlo con canutos, a modo de cerbatana.
Los espinares son el hábitat de una de las setas más buscadas por los aficionados a la micología, la Tricholoma georgii o Calocybe gambosa, más conocida como perrochico, seta de San Jorge o mansarón, como se la denomina también en algunos lugares de Castilla y León.
Muchas aves y mamíferos se alimentan de los frutos del majuelo y algunas como el picogordo, Coccothraustes coccothraustes, son especialistas en ellos. El alcaudón dorsirrojo, Lanius collurio, emplea las espinas del majuelo para ensartar a sus presas y tenerlas localizadas y disponibles como alimento.
Una de las plagas más destructivas de Crataegus monogyna es el lepidóptero Aglaope infausta, que puede llegar a defoliar y debilitar a este querido y popular arbolillo. ÁNGEL S. CRESPO para GUADARRAMISTAS
Adjunto un poema medieval de autor desconocido,
Lo encontré en https://guaridadelpensamiento.wordpress.com/2012/07/29/romance-del-conde-olinos/
El romance-judeo-hispano contiene la unión «más allá de la muerte» del Conde de Olinos con la Princesa Real, asesinados ambos por amarse, pese a los intereses dinásticos del monarca. Es la referencia más maravillosa de la literatura hispana a este arbol guadarramenio. El joven conde reveive en forma de espino albar, tras haber sido masacrado y enterrado.
Madrugaba el Conde Olinos,
mañanita de San Juan,
a dar agua a su caballo
a las orillas del mar.
Mientras el caballo bebe
canta un hermoso cantar:
las aves que iban volando
se paraban a escuchar;
caminante que camina
detiene su caminar;
navegante que navega
la nave vuelve hacia allá.
Desde la torre más alta
la reina le oyó cantar:
-Mira, hija, cómo canta
la sirenita del mar.
-No es la sirenita, madre,
que esa no tiene cantar;
es la voz del conde Olinos,
que por mí penando está.
-Si por tus amores pena
yo le mandaré matar,
que para casar contigo
le falta sangre real.
-¡No le mande matar, madre;
no le mande usted matar,
que si mata al conde Olinos
juntos nos han de enterrar!
-¡Que lo maten a lanzadas
y su cuerpo echen al mar!
Él murió a la media noche;
ella, a los gallos cantar.
A ella, como hija de reyes,
la entierran en el altar,
y a él, como hijo de condes,
unos pasos más atrás.
De ella nace un rosal blanco;
de él, un espinar albar.
Crece el uno, crece el otro,
los dos se van a juntar.
La reina, llena de envidia,
ambos los mandó cortar;
el galán que los cortaba
no cesaba de llorar.
De ella naciera una garza;
de él, un fuerte gavilán.
Juntos vuelan por el cielo,
juntos vuelan para a par.
Gracias Dr.Salomon. Un saludo cordial.
Hola…lei el poema…maravilloso!!