Gentiana lutea, genciana, junciana. La genciana como habitualmente se denomina a Gentiana lutea es una planta herbácea propia de la alta montaña. Alcanza un metro y medio de altura y su espléndida floración se produce entre los meses de junio y julio. En la Comunidad de Madrid Gentiana lutea está considerada de interés especial y desde luego, no es muy abundante. No obstante, existen concentraciones de esta planta a las que se denomina juncianales en diferentes enclaves de la Sierra de Guadarrama.
Se la conoce desde antiguo por poseer sustancias extremadamente amargas que se han empleado con fines medicinales y alimentarios. En concreto, se utiliza en la elaboración de bebidas amargas como bitters y otras de tipo aperitivo que se considera poseedoras de propiedades digestivas y saludables. La mayor parte de sus principios activos se encuentran en las raíces.
Gentiana lutea se ha venido utilizando entre otras muchas aplicaciones para tratar la flatulencia, los problemas gástricos, las infecciones urinarias, las piedras en el riñón, la retención de líquidos, la gota, el reuma, las inflamaciones en las encías, la falta de apetito, y una innumerable lista de dolencias. Son múltiples las propiedades medicinales de Gentiana lutea, genciana, junciana o genciana amarilla como también se denomina. Sin embargo, la excesiva recolección de la planta para estos fines, la ha puesto en dificultades de supervivencia.
El nombre Gentiana lutea proviene de Gentio -s.II a.C.-, rey de Iliria – zona de los Balcanes que actualmente ocupan Croacia, Bosnia, Serbia, Montenegro y Albania-, al que se atribuye el descubrimiento de sus propiedades medicinales. Su “apellido” lutea, proviene del latín luteo que significa amarillo, aunque también existe la variedad aurantiaca de color anaranjado. ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO para GUADARRAMISTAS