Parnassius apollo, mariposa apolo. Es la mariposa más grande de nuestra Sierra, llega a alcanzar más de 8 cm de envergadura, y es también una especie emblemática de la montaña. Protegida por el Convenio de Berna, La Directiva de Habitats, CITES y la Ley 2/91 y Decreto 18/92 de la Comunidad de Madrid que la cataloga en peligro de extinción, forma parte también del Libro Rojo de los Invertebrados de España.
Se distribuye en la Península Ibérica por las principales cadenas montañosas hasta los 2.400 metros. Lo mismo puede decirse de su presencia en Europa, donde vuela desde las montañas del sur de la Península Escandinava, donde cada vez es más escasa, hasta las de los Balcanes, Grecia e Italia. Actualmente se considera extinguida del centro de Alemania, Dinamarca y la República Checa. En Francia también está en regresión. Parnassius apollo es una especie particularmente afectada por las consecuencias del calentamiento climático. Cada vez necesita zonas más altas y latitudes más septentrionales para paliar el aumento de temperaturas y encontrar su hábitat. Hay que tener en cuenta que antes de la última glaciación era una mariposa común por todo el territorio peninsular. La retirada de los hielos la dejó recluida -relicta- a los sistemas montañosos, lugares donde las condiciones climáticas seguían siendo similares a las de su antiguo hábitat. En la medida en que las zonas montañosas aumenten de temperatura, la mariposa apolo irá desapareciendo de ellas.
De espectacular belleza, Parnassius apollo vuela desde mediados de junio a mediados de agosto en zonas frescas y altas de montaña y en colonias no muy numerosas. La hembra es más grande que el macho y tiene las alas semitransparentes (hialinas).
Esta mariposa presenta además una característica única entre las mariposas de Europa. Durante el apareamiento el macho segrega una sustancia que se solidifica y ocluye el órgano genital femenino. Esa sustancia forma una membrana llamada esfragis –sphragis, sello, lacra– que impide que la hembra pueda aparearse con otros machos. De ese modo, el macho asegura que la descendencia le pertenece única y exclusivamente a él. Justo antes de la puesta, la mebrana o esfragis pierde consistencia y permite a la hembra poner los huevos.
Las orugas se alimentan principalmente de plantas del género Sedum, Sedum album es una de las más habituales. Normalmente las orugas pasan el invierno en estado de larva completamente formada en el interior del huevo. Posteriormente pupan entre las piedras o bajo los musgos en un capullo no muy denso.
Existen diferentes subespecies tanto en la Península Ibérica como en Europa. Al ser poblaciones relictas, cada subespecie queda confinada a sus montañas, de modo que hay una subespecie distinta prácticamente para cada zona. Por ejemplo, la que vuela en la Sierra de Guadarrama es Parnassius apollo escalerae, en Sierra Nevada lo hace la subespecie nevadensis, en la Sierra de los Filabres filabricus y gadorensis en la Sierra de Gádor. En Grecia y Sur de los Balcanes la denominada rhodopensis. Las diferencias entre ellas son, principalmente, relativas al color de los ocelos, que varía del rojo intenso al anaranjado o amarillento. ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO para GUADARRAMISTAS