Oriolus oriolus, oropéndola. Una de las aves más llamativas, discretas y difíciles de localizar, aunque su reclamo inconfundible es perceptible desde el inicio de la primavera.
La oropéndola llega a la Península Ibérica a comienzo del mes de abril e inicia el viaje de vuelta a sus cuarteles africanos de invierno sobre el mes de agosto. Unos 3.000 Km recorren en cada viaje las oropéndolas que visitan Europa desde Kenia, Uganda y Tanzania, entre otros países africanos.
En la Península se distribuye principalmente por el centro y oeste, faltando en zonas áridas y desprovistas de vegetación. Tampoco es abundante, o incluso llega a faltar en el extremo norte peninsular. Prefiere los sotos y riberas fluviales, choperas, fresnedas y robledales, siempre en zonas cercanas a arroyos o ríos.
Oriolus oriolus, oropéndola u oropéndola europea, como se denomina comúnmente, está emparentada con los córvidos, algo que demuestra con su sonoro graznido cuando se defiende o trata de expulsar a urracas, cucos, busardos ratoneros o arrendajos, lo que hace con decisión ya que son valientes y agresivas. Sin embargo, su canto es melodioso, consiste en una especie de silbido (¡¡uiliuíu¡!), que puede escucharse a cierta distancia en zonas con buenas condiciones acústicas. Por lo general es ese canto o su graznido el que las delata, porque las oropéndolas son muy discretas, huidizas y difíciles de observar. Solamente cuando abandonan las copas de los árboles en donde desarrollan su vida se dejan ver fugazmente. Es entonces cuando se puede apreciar la belleza de su plumaje, un amarillo radiante, especialmente el de los machos, ya que las hembras tienen un plumaje más apagado, al igual que los juveniles.
Las hembras se encargan de hacer el nido en los alto de los árboles, suspendido de las ramas que hacen la vez de horquilla. Tanto el macho como la hembra incuban los huevos, unos 3 o 4. Las puestas suelen efectuarse hacia finales del mes de mayo. Tras la incubación que dura unos 15 días, los pollos son alimentados con insectos y abandonan el nido dos semanas más tarde. Pueden hacer hasta dos puestas por temporada, algo que al parecer solamente hacen una de cada dos parejas.
La alimentación de Oriolus oriolus, oropéndola, se basa en insectos de todo tipo. Les gustan especialmente las orugas y tampoco desdeñan moluscos e incluso frutos como los higos, que les gustan tanto que a veces retrasan unos días su vuelta a África, hasta primeros de septiembre, para disfrutar de ellos. ÁNGEL S. CRESPO para GUADARRAMISTAS