De aspecto muy parecido al saúco, Sambucus ebulus, yezgo, es una planta venenosa que puede causar trastornos cardíacos si es ingerida.
Sambucus ebulus, yezgo, ebulo, mielgo o sauquillo, como se le conoce comúnmente, pertenece a la familia de las caprifoliáceas. A diferencia de su pariente el saúco, Sambucus nigra, el yezgo es una planta herbácea, es decir, no es leñosa o lo que es lo mismo, no tiene el aspecto de arbolillo del saúco. Alcanza alrededor de 2 metros de altura y florece entre los meses de junio y septiembre emitiendo unas flores blancas reunidas en corimbos. Las flores despiden un olor no muy agradable que sin embargo es del gusto de infinidad de insectos, incluyendo las mariposas que quedan absortas libando su néctar.
Los frutos de Sambucus ebulus son negros, unas drupas de unos 7 mm que al igual que el resto de la planta son tóxicas, a pesar de su aspecto apetecible.
El yezgo se distribuye por toda Europa y también por la Península Ibérica, en suelos húmedos y zonas sombrías donde llega a formar importantes masas herbáceas. Es habitual verlo junto a vallas, taludes, bordes de caminos y terraplenes.
Como planta medicinal, Sambucus ebulus tiene efectos diuréticos y laxantes. No obstante, no se aconseja su consumo y está excluida de la lista de plantas aptas para ser vendidas para el consumo público, todo lo contrario que el saúco, de renombradas propiedades medicinales y uso muy común. Entre los efectos de la intoxicación por ingerir Sambucus ebulus se mencionan las náuseas, vómitos, el vértigo y los trastornos cardíacos. Sin embargo, contiene un flavonoide llamado antocianina que está siendo objeto de estudio por sus propiedades antitumorales y antioxidantes, las cuales podrían ser aprovechadas en tratamientos anticancerígenos y contra el deterioro cognitivo. De hecho, estas sustancias antioxidantes son utilizadas por las plantas que las contienen para protegerse de enfermedades.
En la literatura antigua se menciona que el cocimiento de las hojas de Sambucus ebulus acaba con las moscas y mosquitos. No sabemos si el yezgo tiene esta propiedad, sin embargo sí que era habitual atar hojas de saúco Sambucus nigra al cuello de las caballerías para espantar las moscas. Tal vez ambas plantas tengan algo en común. ÁNGEL S. CRESPO para GUADARRAMISTAS