Tarsius syrichta, tarsero filipino

Tarsius syrichta, tarsero filipino

Tarsius syrichta, tarsero filipino o Carlito syrichta, según la nueva nomenclatura taxonómica, es un extraño primate de las Islas Filipinas que no soporta la cautividad.

Los biólogos que han estudiado el comportamiento de estos animales afirman que no son capaces de permanecer cautivos. Documentan casos de tarseros que entran en un período de depresión, dejan de alimentase y mueren. Otros se suicidan, golpeando su frágil cabeza contra las paredes del recinto donde se encuentran prisioneros. Algunos mueren  introduciendo la cabeza entre los barrotes de sus jaulas, o incluso empleando los recipientes de agua para ahogarse. Parece ser que son animales muy tímidos, nerviosos y asustadizos que no soportan la luz potente en su ojos. En definitiva, fuera de su hábitat la vida se hace insoportable para ellos, y los que sobreviven lo hacen  pocos años en comparación con los 24 que pueden vivir en libertad.

Sus ojos son desmesuradamente grandes en relación con el tamaño de la cabeza, sin embargo, no pueden mover sus órbitas, digamos que tienen los ojos en una posición fija. Para paliar este problema, mueven la cabeza hasta 180 grados. Es como si sus ojos fueran dos cámaras fijas que solamente mueven cuando giran la cabeza. Como contrapartida, pueden mover las orejas en casi todas las direcciones para detectar cualquier movimiento a su alrededor.

Los dedos,  muy largos y huesudos, terminan en una especie de almohadilla que les permite agarrarse con facilidad a las plantas. Su peso oscila entre los 100 y los 160 gramos, y su longitud, sin contar la cola, no supera los 20 cm. Es uno de los primates más pequeños del mundo.

Tarsius syrichta, al que desde hace unos años se ha incluido en el género Carlito, por lo que habría que denominarlo Carlito syrichta, se mueve con facilidad entre la vegetación selvática de su hábitat. A pesar de su pequeño tamaño es capaz de conseguir saltos de más de seis metros cuando necesita ponerse a resguardo, algo que consigue gracias a la longitud de sus tarsos, que le proporcionan el nombre común “tarsero”.

Vive en grupos formados por el macho dominante y una o más hembras junto a sus crías. El período de gestación de la hembra dura seis meses y pare una sola cría.

Los tarseros filipinos son de hábitos nocturnos. Durante el día duermen en huecos y escondites cercanos a los árboles, para poder huir con facilidad en caso de verse sorprendidos. Por la noche inician su actividad de caza. Los insectos y los pequeños reptiles constituyen su dieta.

Tarsius syrichta, tarsero filipino o Carlito syrichta es una especie protegida internacionalmente. La pérdida se su hábitat y el comercio ilegal de especies, son sus principales causas de amenaza. ÁNGEL S. CRESPO para GUADARRAMISTAS