
Ombligo de Venus
Umbilicus rupestris. El ombligo de Venus, Umbilicus rupestris, es una de las pocas plantitas que se pueden ver todo el año, incluso en los meses fríos. Sus hojas, con capacidad para almacenar agua, son carnosas y brillantes. Crecen al abrigo de las rocas y muros, aprovechando las pequeñas cantidades de sustrato existente entre las grietas. En período invernal, todavía sin sus flores, resultan un anticipo de la fructífera primavera cada vez más cercana. La floración del ombligo de Venus se produce entre los meses de abril y julio.
Según el Discórides renovado de Pio Font Quer, Hipócrates recomendaba comer sus hojas para procrear hijos varones. No hay constancia de la efectividad de tal uso en el pasado, ni explicación en la actualidad a tal necesidad, pero ahí queda como curiosidad. Lo que sí parece más efectivo es su empleo para calmar quemaduras, ya que las hojas, desprovistas de su cutícula, ofrecen una superficie acuosa, limpia y fresca con algunas propiedades antisépticas. En cualquier caso, dejemos a la planta en su sitio porque en las farmacias ya hay otros remedios más eficaces.
Umbilicus rupestris, ombligo de Venus, también se ha utilizado para el consumo humano. Se dice que sus hojas en ensalada tienen un buen sabor.
En cuanto al nombre científico, Umbilicus rupestris, hace referencia a su forma y a su hábitat principal, las rocas y sus fisuras. El nombre común ha añadido a la forma de ombligo el nombre de la diosa romana del amor y la fertilidad, Venus. ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO para GUADARRAMISTAS

Umbilicus rupestris, ombligo de Venus con flores incipientes © Ángel S. Crespo 2013 guadarramistas.com
Ombligo de Venus, detalle de la flor.© Ángel S. Crespo 2013 guadarramistas.com