El desmochado. Una de las estampas más frecuentes en las dehesas de la sierra es encontrar hileras de fresnos junto a las vallas de mampostería granítica. Estos árboles suelen presentar una curiosa forma. El tronco es muy ancho con abultamientos, y la altura del árbol es bastante reducida para lo que es frecuente en ejemplares de muchos años. Esta forma ha sido propiciada por la actuación humana, a través de la técnica del desmoche o desmochado. Para ello, en otoño-invierno se cortan todas las ramas dejando una especie de tocones sobre la parte superior del árbol. En la primavera siguiente los nuevos brotes crecerán con fuerza adquiriendo altura, dando en sucesivos años un aspecto peculiar al árbol, hasta ser de nuevo desmochado. Las ramas cortadas se empleaban antiguamente para dar de comer al ganado en lo que se denominaba “ramoneo” , o también a menudo se utilizaban como combustible.
Por lo que respecta a las bondades de la técnica para con el árbol, hay de todo, desde quines piensan que no es bueno para el árbol, hasta los que opinan que viven más años, padecen menos enfermedades y se evita la rotura accidental de ramas viejas y sus consiguientes peligros. ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO para GUADARRAMISTAS. (SI TE HA GUSTADO ESTE ARTÍCULO, PODRÁS DISFRUTAR DE MUCHOS MÁS EN NUESTRO LIBRO “101 CURIOSIDADES DE LA HISTORIA DE LA SIERRA DE GUADARRAMA QUE NO TE PUEDES PERDER”).