Malpolon monspessulanus, culebra bastarda, es la culebra más grande, fuerte y agresiva de la Península Ibérica y de toda Europa.
Los machos pueden alcanzar los 2,5 metros de longitud, aunque normalmente no superan los 2 metros, mientras que las hembras son algo más pequeñas, alrededor de 1,5 metros. Su peso suele rondar 1 Kg, aunque hay citas de ejemplares de hasta 3 Kg.
Malpolon monspessulanus, culebra bastarda, se distribuye por toda la Península Ibérica, con excepción de la Cordillera Cantábrica y los valles húmedos de los Pirineos. Prefiere el ambiente cálido y soleado propio del monte mediterráneo, hasta los 1.500 metros de altitud, en la zona centro, y se encuentra por encima de los 2.100 metros en las montañas del sur peninsular. La podemos ver en zonas boscosas, monte con matorral y entornos rurales.
En caso de verse acorralada, la culebra bastarda puede erguirse, como hacen las cobras, y emitir un sonido siseante con el que pretende alejar a sus enemigos. No duda en morder si se ve en peligro y lo hace con decisión y fuerza. Aunque no es una víbora, posee glándulas venenosas situadas en unos pequeños colmillos situados en la parte trasera de sus mandíbulas. Este veneno ayuda a la culebra bastarda a dar muerte a sus presas, pero su táctica de caza es muy diferente a la de las víboras. La culebra bastarda necesita aprehender a sus presas con la boca, y de paso, ayudarse del veneno que segrega a través de los colmillos posteriores. Las culebras que poseen estos colmillos traseros se denominan opistoglifas. Por el contrario, las víboras tienen su colmillos venenosos mucho más desarrollados y en la parte delantera de la boca. La técnica de caza de la víbora consiste en lanzar un rápido ataque, morder y esperar a que el veneno surta efecto para después engullir a la presa, es decir, no necesitan sujetar con la boca a la víctima.
Al no tener colmillos delanteros, Malpolon monspessulanus, culebra bastarda, no es peligrosa para el ser humano. Su reacción defensiva no puede ser como la de las víboras, ya que necesita morder y mantener la mordida para inyectar veneno, y desde luego, el ser humano no es ni su presa, ni un rival con el que competir. Por ello, a no ser que se la sujete con las manos, no va a morder. Eso sí, si muerde lo hace con fuerza y causando bastante dolor, aunque su veneno tampoco es especialmente peligroso. Salvo que se sienta intimidada y acorralada su reacción será siempre huir con rapidez, con mucha rapidez, ya que son de movimientos veloces y escurridizos.
Malpolon monspessulanus permanece activa entre los meses de marzo a noviembre. Es madura, sexualmente, a los 3 o 4 años de edad. Las cópulas, después de las disputas entre machos, se producen en los meses de abril y mayo. Las crías nacen en agosto o septiembre tras una puesta de entre 4 y 11 huevos. La hibernación ocupa los meses fríos del año, desde noviembre a inicios de primavera.
Se alimenta de insectos en su fase juvenil y más tarde de pollos de aves, roedores, gazapos de conejo, otros reptiles como lagartos, lagartijas y todas las demás culebras, incluso hay casos de canibalismo. También se han documentado ataques de culebra bastarda a víboras. No tienen problema en trepar a los árboles para capturar pollos de sus nidos. Por el contrario, son objeto de depredación por parte de mamíferos y rapaces como el águila culebrera que se alimenta básicamente de culebras bastardas.
Aunque es una especie relativamente abundante, Malpolon monspessulanus, culebra bastarda, es objeto de la absurda persecución humana a la que se ven sometidas todas las culebras. Los atropellos de vehículos son también muy frecuentes, y ello, junto a la disminución de sus presas, es motivo de amenaza para uno de los más hermosos e imponentes reptiles de nuestra fauna. Para subsistir se acerca, cada vez más, a entornos humanizados como vertederos, huertos y zonas rurales donde busca alimento. ÁNGEL S. CRESPO para GUADARRAMISTAS. (SI TE HA GUSTADO ESTE ARTÍCULO, NO TE PUEDES PERDER NUESTRO LIBRO «QUE NO PISAR, NO COMER Y NO TOCAR EN LA NATURALEZA», UNA GUÍA DE LAS ESPECIES DE ANIMALES, PLANTAS Y HONGOS POTENCIALMENTE PELIGROSOS DE LA PENÍNSULA IBÉRICA).