Megascolia bidens pertenece a los himenópteros, un orden de insectos entre los que se encuentran las hormigas, las abejas y las avispas, y entre estas últimas son las del género Megascolia las más grandes de Europa.
El tamaño de estas avispas puede llegar a los 5 cm, así que no es de extrañar que a Megascolia bidens se le haya puesto el nombre común de avispa mamut, una traducción del inglés “mammoth wasp”. Los británicos, de antigua tradición naturalista, además de contar con ilustres científicos como Charles Darwin, aplican con facilidad nombres comunes a las especies animales y vegetales, algo que es de agradecer y que denota un extendido y popular conocimiento del medio.
Estas avispas gigantes serían temibles si tuvieran malas intenciones, pero raramente pican, aunque las hembras poseen aguijón y tanto hembras como machos cuentan con mandíbulas muy fuertes y desarrolladas que podrían hacer verdadero daño. Afortunadamente, las megascolias no son tan decididas a la hora de atacar como lo son sus parientes, las avispas comunes. La diferencia en su mal humor radica en el hecho de las megascolias son avispas solitarias, mientras que las comunes son avispas sociales que defienden su colonia y ante cualquier intromisión, atacan. En cualquier caso, la picadura de Megascolia bidens parece que no causa mucho más dolor que la de cualquier otra avispa. La mordedura si debe ser interesante, pero el que suscribe desconoce casos reales.
Se distribuyen por toda la Península Ibérica aunque no son muy abundantes. Por desgracia, cada vez hay menos.
Megascolia bidens pasa su vida adulta libando néctar de las flores. Lo hace con mucha tranquilidad, puede pasarse un buen rato entre tomillos u otras plantas ricas en néctar, confiada en que por su tamaño no hay muchos enemigos que la vayan a molestar.
Las hembras depositan sus huevos sobre las larvas de otros insectos después de haberlas paralizado con la picadura de su aguijón. Una de las especies parasitadas es el escarabajo rinoceronte, Oryctes nasicornis, una víctima de suficiente tamaño como para alimentar a la también poderosa larva de Megascolia. Ésta se introduce en el cuerpo de la larva del escarabajo rinoceronte y se desarrolla en el interior de la misma, podemos decir que se la va comiendo desde el interior hasta que emerge para seguir su desarrollo. Lógicamente, la larva del poderoso escarabajo rinoceronte muere al más puro estilo de la película “Alien”, esa con la que nos asustó otro británico, Ridley Scott. ÁNGEL S. CRESPO para GUADARRAMISTAS. (SI TE HA GUSTADO ESTE ARTÍCULO, NO TE PUEDES PERDER NUESTRO LIBRO «QUE NO PISAR, NO COMER Y NO TOCAR EN LA NATURALEZA», UNA GUÍA DE LAS ESPECIES DE ANIMALES, PLANTAS Y HONGOS POTENCIALMENTE PELIGROSOS DE LA PENÍNSULA IBÉRICA).