Vipera seonaei, víbora cantábrica o víbora de seoane, es una de las tres especies de víboras que conviven en la península Ibérica. Las otras dos son Vipera latastei y Vipera aspis.
Vipera seoanei se distribuye por la franja norte, en concreto, por casi toda Galicia, el norte de Portugal, la costa cantábrica y zonas montañosas de Navarra, León, Palencia, norte de Burgos, Álava y el noroeste de Zamora. Aunque también se localiza en áreas concretas del extremo suroeste de Francia, está considerada como un endemismo ibérico.
Su talla ronda los 60 o 70 cm de longitud. Es de hábitos diurnos, sus presas preferidas son los roedores, algunos reptiles como lagartijas y lagartos, anfibios y, ocasionalmente, algunos artrópodos, a los que caza al acecho. Sus depredadores son zorros, ginetas, nutrias y algunas aves rapaces.
Se distinguen dos subespecies: Vipera seoanei seoanei y Vipera seoanei cantabrica. La primera, de más amplia distribución, prefiere zonas más húmedas. Los muros de piedra y los helechos son sus lugares predilectos para encontrar refugio. En cambio, Vipera seoanei cantabrica, distribuida por el norte de León, sureste de Galicia y suroeste de Asturias, elige terrenos algo más secos, como los robledales o brezales. La coloración de Vipera seoanei cantabrica es algo más oscura que la de Vipera seoanei seoanei, con dibujos más marcados, incluso es habitual encontrar ejemplares de color muy oscuro, “melánicos”.
El período reproductivo se inicia a comienzos de primavera, en marzo, y se prolonga hasta mayo. El número de crías que nacen dos o tres meses después oscila entre 3 y 10, dependiendo del tamaño de la hembra y de su salud. Hacia el mes de octubre comienza la fase de reposo invernal. Es una serpiente relativamente común y abundante en la Cordillera cantábrica, que puede vivir más de 12 años.
Al igual que las otras especies de víbora de la península Ibérica es venenosa. Su toxicidad depende de la zona geográfica. Se considera que Vipera seonaei cantabrica tiene un veneno más activo y peligroso que el de la subespecie Vipera seoanei seonaei, y dentro de esta última, los ejemplares del País Vasco y norte de Cantabria son menos peligrosos que el resto. No obstante, aunque su mordedura no es mortal, los efectos no son iguales en personas adultas sanas que en personas con problemas de salud, de edad avanzada o niños. En cualquier caso, ante una picadura de víbora de seoane, hay que acudir lo más rápidamente posible a un centro hospitalario. ÁNGEL S. CRESPO para GUADARRAMISTAS. (SI TE HA GUSTADO ESTE ARTÍCULO, NO TE PUEDES PERDER NUESTRO LIBRO «QUE NO PISAR, NO COMER Y NO TOCAR EN LA NATURALEZA», UNA GUÍA DE LAS ESPECIES DE ANIMALES, PLANTAS Y HONGOS POTENCIALMENTE PELIGROSOS DE LA PENÍNSULA IBÉRICA).