Colchicum autumnale, cólquico, mataperros, despachapastores o azafrán bastardo, como también se conoce a esta planta bulbosa de la familia de las liliáceas, se caracteriza por unas flores muy parecidas a las del azafrán, que parecen salir directamente del suelo. Miden entre 3 y 5 cm y son de color lila. Crecen en un tallo de unos 25 cm. Las hojas surgen en primavera antes que las flores, que lo hacen a finales del verano y en otoño.
En la Península Ibérica solamente se encuentra en el área pirenaica de Huesca, Lleida y la provincia de Girona. Crece desde finales de agosto hasta comienzos de noviembre en zonas húmedas como los prados de siega o los márgenes de los arroyos. También en claros de bosque frescos y húmedos.
El cólquico es una planta extremadamente venenosa. Las semillas y los bulbos, que se encuentran bajo el suelo, son ricos en una sustancia denominada colquicina. Su ingesta produce espasmos, parálisis y parada cardiaca. Los animales conocen la toxicidad del cólquico y no lo consumen.
La colquicina presente en el Colchicum autumnale es un eficaz aliado para combatir la “gota”, una forma de artritis consecuencia del exceso de ácido úrico en sangre, y que cursa con dolores intensísimos al acumularse cristales de dicho ácido en las articulaciones, muy frecuentemente en los pulgares o “dedos gordos” del pie. Existen medicamentos a base de colquicina para combatir la enfermedad.
Nunca debe emplearse la planta silvestre en preparados caseros o infusiones, si no es como fármaco con la debida prescripción médica. © ÁNGEL S. CRESPO para GUADARRAMISTAS.
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