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Geococcyx californianus, correcaminos

Geococcyx californianus, correcaminos

Geococcyx californianus, correcaminos

Geococcyx californianus es el nombre científico del correcaminos, un pájaro emparentado con los cucos y los críalos que en la ficción amargaba la vida del su eterno perseguidor, el coyote.

Aquellos dibujos animados emitidos en la televisión española en los años 70, que muchos aún recordamos, presentaban a un pájaro veloz, que una y otra vez huía de las trampas -marca ACME- que un coyote hambriento le ponía una y otra vez para capturarlo. A base de fracasos -las trampas siempre se volvían contra el coyote- resultó que acabamos teniendo cierta simpatía por el perseguidor. Mientras,  el pájaro se hizo algo antipático, en parte por culpa de ese sarcástico “mic-mic” o “bip-bip” que emitía presagiando su enésima victoria, que era a la vez la enésima tragedia de su frustrado cazador.

Resulta que el pájaro en el que se inspiró la serie de dibujos animados creada en el año 1949 por Chuck Jones para la Warner Brothers existe, y se llama Geococcyx californianus. Se distribuye por el suroeste de Estados Unidos y norte de  México. Es de hábitos terrestres, aunque realiza cortos vuelos entre arbustos. De color grisáceo, está adaptado a correr por los áridos terrenos donde habita. Posee cuatro dedos al final de cada pata, orientados dos hacia delante y dos hacia atrás, que le permiten caminar y correr con facilidad, hasta 30 Km a la hora, aunque se ha exagerado mucho al respecto, atribuyéndole velocidades mucho más altas. Mide unos 60 cm de longitud y unos 35 de altura. Hay otra especie más pequeña que vive en México y América Central, Geococcys velox, de hábitos y aspecto similar.

Utilizan los cactus y los arbustos de los terrenos desérticos en donde viven para hacer bajo ellos sus nidos, formados por palos.

Los correcaminos se alimentan de insectos, reptiles y pequeños roedores, que capturan  propinando un golpe con su fuerte pico puntiagudo. No parece que estén entre la dieta preferida de los coyotes, aunque tienen capacidad para correr y girar velozmente mientras huyen de sus depredadores, usando su larga cola que funciona como un timón y les ayuda a mantener el equilibrio en carrera. ÁNGEL S. CRESPO para GUADARRAMISTAS

Correcaminos

Correcaminos

Oso kodiak. Ursus arctos middendorffi

Oso Kodiak

Oso Kodiak

El oso kodiak es una subespecie del oso pardo denominada cientificamente Ursus arctos middendorffi. Es el oso pardo más grande del mundo, de tamaño aún superior al famoso oso grizzly.

En la actualidad existen unos 3.500 ejemplares en la Isla de Kodiak, situada en Alaska, isla que da el nombre común a la especie.

El oso kodiak alcanza casi 3 metros de altura en posición bípeda y puede llegar a pesar unos 700 Kg. Las hembras son entre un 20 y un 30 por ciento mas pequeñas que los machos. Su alimentación es omnívora, se compone de salmón, mamíferos de los que empieza  alimentándose de las vísceras, y materia vegetal como hierba y bayas silvestres maduras.

Son activos de día, aunque la competencia por el alimento puede hacerlos activos también por la noche. A finales de octubre se refugian en sus madrigueras para pasar el invierno. Los machos salen al exterior al llegar la primavera, hacia el mes de abril, mientras que las hembras con cachorros esperan hasta finales de junio, por lo que pueden pasar inactivas hasta ocho meses.

 Las cópulas se practican entre los meses de mayo y junio, sin embargo, el óvulo fecundado no se implanta en la pared uterina hasta el mes de octubre, cuando comienza el período de hibernación. Los cachorros, al nacer, son muy pequeños, no llegan a pesar 1 Kg, lo cual es desproporcionado para el tamaño que adquieren cuando son adultos. Las camadas se componen de 2 o 3 crías, pero a veces las hembras se hacen cargo de crías de otras hembras muertas, “cargando” con hasta 6 cachorros. Los pequeños viven en compañía de su madre durante tres años, aunque por lo general, una de cada tres crías muere por ataques de machos, y otras lo hacen al abandonar a su madre y enfrentarse en solitario a su nueva vida.

Solamente se ha producido una muerte humana por ataques de oso kodiak en los últimos 75 años, aunque sí existe una media de un herido cada dos años, normalmente por imprudencia de los visitantes que acuden a la Isla de Kodiak para contemplarlos. Aunque su tamaño y enorme fuerza puedan hacer pensar lo contrario, no es un oso especialmente agresivo. De hecho, es un oso kodiak el que ha protagonizado muchas de las escenas de osos que se han rodado en películas y series de televisión, aunque haciéndolo pasar por un oso grizzly, otra subespecie de oso pardo cuyas hembras, especialmente al proteger a sus cachorros, son bastante más agresivas. ÁNGEL S. CRESPO para GUADARRAMISTAS.

Ursus arctos middendoffi, oso kodiak

Ursus arctos middendoffi, oso kodiak

Scolopendra gigantea, escolopendra gigante

Scolopendra gigantea

Scolopendra gigantea

Scolopendra gigantea, escolopendra gigante, es la más grande de las escolopendras conocidas. Alcanza hasta 30 cm de longitud y se alimenta de insectos, pequeños roedores, anfibios, reptiles e incluso aves. También se atreve con los murciélagos, a los que captura trepando por las oscuras y húmedas paredes de las cuevas donde estos se refugian.

La picadura de Scolopendra gigantea es muy dolorosa, sin embargo, no resulta mortal habitualmente para el ser humano, salvo complicaciones derivadas de reacciones alérgicas o del estado de salud de la persona que haya sufrido la picadura. En cualquier caso, además del intenso dolor, produce inflamación y necrosis en la zona afectada, sudoración, alteración de la frecuencia cardíaca, mareos y estado de debilidad.

Las hembras son muy cuidadosas con sus puestas, las cuales vigilan celosamente enrollando su cuerpo alrededor de ellas. Las escolopendras necesitan humedad para no deshidratarse, por ello prefieren terrenos húmedos, piedras, huecos de árboles y hojarasca para refugiarse de la sequedad y el sol. También por eso su actividad es preferentemente nocturna. En el caso de Scolopendra gigantea, el ambiente permanentemente húmedo y umbrío en el que habita facilita su hidratación permanente. No obstante, suele ocultarse para evitar a sus depredadores, por lo que suele elegir la noche para la captura de presas.

Scolopendra gigantea se distribuye por América del Sur y algunas islas sudamericanas. La más conocida es la escolopendra gigante del Amazonas, aunque existen diferentes subespecies que habitan distintas áreas del continente.

La técnica de caza de este miriápodo es similar a la que emplea Scolopendra cingulata, especie que habita en la península Ibérica. Utilizan sus rápidos movimientos para dar alcance a su presas, a las que propinan una picadura con sus forcípulas, unas pinzas conectadas a unas glándulas venenosas que poseen en la parte inferior de su cabeza.

A pesar de su tamaño, su velocidad y su dolorosa picadura, Scolopendra gigantea no es la más peligrosa de las especies de escolopendra para el ser humano. Algunas del continente asiático, de las que ya hablaremos, pueden ser mortales. ÁNGEL S. CRESPO para GUADARRAMISTAS

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