A. armida

A. armida

Aculepeira armida es una araña de la familia Araneidae que posee un veneno paralizante con una sustancia capaz de ablandar y preparar el cuerpo de sus presas para su posterior digestión.

Las hembras de Aculepeira armida miden más de 1 cm, y casi duplican el tamaño de los machos. Esta especie construye telas circulares con 20 o 30 radios donde esperan pacientemente, con la cabeza hacia abajo, a que alguna presa quede atrapada. Una vez que la víctima queda enredada, la araña acude rauda a clavarle sus quelíceros, con los que inyecta su veneno que posee la capacidad de disolver los tejidos. Posteriormente, envuelve en seda a la presa para ser consumida más adelante. Para protegerse mantienen un hilo conectado con su refugio, que suele estar situado en el suelo entre la vegetación cercana. Así, cuando se sienten amenazadas pueden huir a gran velocidad sin titubear, siguiendo la línea del hilo que desde la tela circular les lleva a su escondite.

Esta bonita y llamativa araña vive entre mayo y septiembre, en praderas y herbazales bien soleados de toda la Península Ibérica, aunque no es especialmente abundante.

Su nombre, Aculepeira, viene a significar algo así como “aguijoneadora que merodea la tela”; y armida es el nombre de la protagonista de una ópera de Rossini basada en la obra del poeta sorrentino del  s. XVI, Torquato Tasso. En la obra literaria de Tasso y en la opera de Rossini, Armida es una hechicera que tiene secuestrado en el jardín de los placeres al joven Rinaldo, un cruzado al que la hechicera trata de retener. Desde luego, la belleza de la araña es hipnótica. Permanece en su tela esperando a las víctimas y las envuelve en seda para comerlas después, así que no parece venirle mal el sonoro y elegante nombre de Aculepeira armida. ÁNGEL S. CRESPO para GUADARRAMISTAS

Aculepeira armida esperando en su tela

Aculepeira armida esperando en su tela

Aculepeira armida

Aculepeira armida