Refugio del Puerto de Navafría.

Refugio del Puerto de Navafría.

Pasear por la Sierra no tiene por qué ser solamente un ejercicio de disfrute natural. Puede compaginarse con una práctica lección de historia. La naturaleza y el hombre han coexistido, a veces con no buena armonía -generalmente por culpa humana, especie única en el planeta con capacidad de tener culpa y perpetrar actos culpables-.

La guerra es uno de esos actos culpables, y también nuestra Sierra y su naturaleza interactuaron con el hombre en la Guerra fratricida española. Los Puertos de Cotos, la Fuenfría y Navacerrada fueron rápidamente tomados por la milicias republicanas nada más producirse el levantamiento militar. En total, casi 50 kilómetros de sierra fueron ocupando las tropas republicanas por medio del denominado Batallón Alpino, para contener los avances de las tropas nacionales, que trataban de entrar en Madrid desde las llanuras castellanas.

El 16 de septiembre de 1936 los carlistas integrados en el bando nacional, liderados por el comandante Rada, después de varías semanas de asedio y muchas muertes en ambos bandos, se hicieron fuertes hasta el final de la Guerra en el Puerto de Navafría, y establecieron su cuartel general en el refugio del puerto de Navafría, hoy restaurado y convertido en un pequeño centro informativo de esquí de fondo.

Sobrecoge pensar en la Guerra Civil y en lo que no hace tantos años pasó por esos lugares que hoy solo nos proporcionan placer. No siempre el Refugio de Navafría y su entorno han sido el lugar amable que disfrutamos ahora. Es importante conocer al menos, que todas esas fortificaciones, trincheras, refugios y ruinas que hoy encontramos en nuestros paseos, tienen una historia y han configurado lo que hoy somos. Por cierto, no vendría mal que las Administraciones competentes, al igual que se hace en otros lugares de Europa, cuidaran estos vestigios, se señalizaran y nos dieran alguna información de ellos. Nunca se ha hecho y la realidad es que casi todas las trincheras y fortificaciones están derruidas y casi desaparecidas por la acción de la nieve y el hielo.  ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO para GUADARRAMISTAS. (SI TE HA GUSTADO ESTE ARTÍCULO, PODRÁS DISFRUTAR DE MUCHOS MÁS CON AMPLIOS CONTENIDOS EN NUESTRO LIBRO “101 CURIOSIDADES DE LA HISTORIA DE LA SIERRA DE GUADARRAMA QUE NO TE PUEDES PERDER”).