Philanthus triangulum, lobo de las abejas. Philanthus triangulum es una avispa conocida con el nombre de avispa lobo o lobo de las abejas por su especialización en capturar abejas comunes Apis mellifera, algo que no gusta mucho a los apicultores.
Se trata de un himenóptero de la familia de los esfécidos –Sphecidae– que cuenta en el mundo con más de 8000 especies, una de ellas, Philanthus triangulum.
El lobo de las abejas está presente en la Península Ibérica, pero es una avispa cada vez más escasa por la alteración de su hábitat. Todas las especies de la familia Sphecidae capturan orugas o insectos adultos para alimentar a sus larvas. Para ello emplean su aguijón, con el que paralizan, pero no matan a su presa, a la cual encierran en un nido junto a los huevos que depositan al lado. La presa atrapada e inmovilizada permanece viva, sin descomponerse, a la espera de que nazca la larva que dará cuenta de ella. Un trágico destino el de estas presas “secuestradas” para ser comidas vivas.
En el caso de Philanthus triangulum las víctimas escogidas son las abejas, que son sorprendidas mientras recolectan néctar y polen. La actividad del lobo de las abejas se produce a pleno sol, cuando las abejas son más activas. Con su tamaño de casi 1,5 cm, la hembra de Philanthus triangulum se abalanza sobre la abeja propinándole un aguijonazo paralizante debajo de la mandíbula. Inmediatamente después la aprieta con su cuerpo para extraerle el néctar ingerido, el cual rápidamente succiona. Después, recoge a su presa y la lleva volando entre sus patas a un nido construido previamente en el suelo y tapado con arena para camuflarlo. Una vez allí saca la arena e introduce el cuerpo inmóvil de la abeja en alguna de las celdas o departamentos internos del nido donde llega a acumular hasta seis víctimas. Posteriormente pone los huevos, rocía el nido con una sustancia que contiene una bacteria fungicida que evita la proliferación de hongos, y vuelve a tapar el nido en el que nacerán sus larvas con el alimento vivo y jugoso a la espera de ser consumido.
Los machos de Philanthus triangulum, algo más pequeños que las hembras, no llevan a cabo esta actividad, se limitan a alimentarse de néctar y polen de las flores, alimento que también es el de las hembras puesto que las capturas solamente tienen como finalidad dar de comer a las crías.
Algunas observaciones realizadas por entomólogos han demostrado que Philanthus triangulum se orienta visualmente. Sabe perfectamente donde está su nido, aunque esté camuflado con tierra, para lo cual, antes de salir en busca de abejas, hace un reconocimiento alrededor del mismo en el que graba en su memoria los objetos del entorno, piedras, arbustos, etc.
A pesar de la mala fama que puede tener esta avispa, realmente no son muy importantes los daños que causa a las abejas de la especie Apis mellifera. En primer lugar porque no es una avispa muy común, porque son pocas las abejas que captura y, lamentablemente, porque está en regresión, ya que los hábitats en donde vive -terrenos esteparios secos y con arenales- son cada vez menos frecuentes debido a la roturación del campo para cultivos. Sin duda, es mucho más terrible para las abejas el uso de pesticidas y algunas enfermedades que están diezmando sus poblaciones, que lo que pueda hacer en contra de ellas Philanthus triangulum, lobo de las abejas o avispa lobo. ÁNGEL S. CRESPO para GUADARRAMISTAS. CONOCE MÁS CURIOSIDADES DE LA NATURALEZA IBÉRICA EN EL LIBRO NATURALEZA SORPRENDENTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA