El níscalo (Lactarius deliciosus) es una de las setas con mayor tradición gastronómico-micológica en muchos puntos de España. También lo es en el ámbito de nuestra Sierra de Guadarrama, pero quizá no sea tan apreciada como lo son Boletus edulis o Pleurotus eryngii (seta de cardo), por decir dos de las más conocidas y buscadas.
El mejor mes para su recolección es octubre en pinares de al menos cinco años, asentados en terrenos arenosos y bien drenados.
Al parecer, los níscalos más apreciados son los que se encuentran a su vez afectados por otro hongo parásito, el Hypomyces lateritius, que produce una alteración en las laminillas del níscalo tiñéndolas de un color blanquecino. En Castilla y León a los níscalos afectados por este hongo se les denomina “nícalas” femenino de “nícalo”, y en Cataluña “pinetella” como femenino de “pinetell”. Los gastrónomos dicen que este hongo parásito dota de unas cualidades organolépticas especiales a los níscalos afectados. ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO para GUADARRAMISTAS. (SI TE HA GUSTADO ESTE ARTÍCULO, NO TE PUEDES PERDER NUESTRO LIBRO “DE SETAS POR MADRID y la zona centro peninsular”, LA GUÍA MÁS COMPLETA PARA ENCONTRAR Y CONOCER LAS MEJORES SETAS COMESTIBLES, SUS HÁBITATS, ÉPOCAS DE FRUCTIFICACIÓN, CURIOSIDADES, USOS Y ANÉCDOTAS).