Pieris napi, blanca verdinervada
La mariposa Pieris napi, blanca verdinervada, es una de las más abundantes y distribuidas, no solamente por la Penínusla Ibérica, sino por toda Europa. También se encuentra en el norte de Asia, Oriente Medio, Próximo Oriente y Norteamérica.
Su capacidad para adaptarse al medio permite su proliferación. No hace distinciones en cuanto a los ecosistemas, ya que vuela lo mismo a bajas altitudes que a altas. Aunque prefiere las zonas húmedas con herbazales y flores, también soporta lugares algo más secos. Podemos decir que cuando vemos una típica mariposa blanca, existen muchas posibilidades de que se trate de Pieris napi, aunque su congénere Pieris rapae, de aspecto muy similar, es también muy habitual.
Las plantas de las que se alimentan sus orugas pertenecen a la familia de las brasicáceas, entre las que se encuentran diferentes especies de Cardamine, Arabis, Alyssum, o las conocidas coles, nabos, mostazas, resedas y berros, entre otras muchas. Esta variedad de plantas aporta a Pieris napi suministro alimenticio abundante durante toda la primavera y el verano, lo cual facilita que, según las zonas geográficas y climáticas, pueda tener hasta cuatro generaciones continuadas a lo largo del año.
Parece evidente que cuanto menos escrupulosa en su alimentación y más flexible a la adaptación del medio sea una especie, más posibilidades tiene de subsistir. Podemos comparar la abundancia de la todoterreno Pieris napi, frente a la escasez de otras mariposas como Maculinea nausithous o Iolana iolas, que reducen su alimentación a una exclusiva planta que solamente se da en muy concretas condiciones.
Pieris napi o blanca verdinervada, -el nombre común hace referencia a las nerviaciones gris verdosas de su reverso, y que la hacen distinguible de otras especies de su género-, tiene una envergadura alar de entre 3 y 4 cm. Vuela, como ya dijimos, en sucesivas generaciones, entre los meses de marzo a octubre. Las larvas hibernan en estado de pupa sujetas en los tallos de sus plantas nutricias, en paredes, muros o piedras, es decir, en cualquier lugar en el que se sientan seguras. Una vez más, Pieris napi se adapta al medio y las circunstancias. ÁNGEL S. CRESPO para GUADARRAMISTAS
Hace unos años, allá por Cádiz, vi sus procesos multiplicativos en un campo de coles y te aseguro que las miro con un poco de desconfianza, a pesar de su aspecto angelical que en nada asocio con tu nombre…
Saludos y buena lumbre
Hola Pele, vamos que dejan el huerto hecho un erial. La verdad es que hay que ver siempre las cosas desde todos los puntos de vista… Esperamos ya que la primavera ofrezca todo lo que se supone nos va a dar con tanta y tan buena nieve y lluvia…